¿Quién era Jim Thompson?

En cualquier lista de "Cosas para ver en Bangkok" encontrarás los clásicos templos (Wat Arun, Wat Pho, Wat Prayoon...), el Gran Palacio, los mercados (Chatuchak, Mae Klong, Patpong...), el barrio chino, el barrio rojo... y la casa de Jim Thompson.

Es fácil imaginar los motivos por los que un templo o un mercado están en esas listas. ¿Qué tiene de especial la casa?

Y más intrigante aún: ¿quién era Jim Thompson?

Empecemos por la casa, que realmente son seis construcciones y un enorme jardín.

La construcción de la residencia comienza en 1958, cuando James Harrison Wilson Thompson (nombre completo de Jim Thompson) compra un terreno al lado de la comunidad de tejedores de seda de Bahn Krua. Sólo los separa un estrecho klong (canal en tailandés). Andando está a unos escasos 10 minutos del Bangkok Art and Culture Centre y a unos 15 de Siam Square, uno de los sitios favoritos de los jóvenes tailandeses.

Las seis casas que forman el complejo fueron traídas de diferentes partes de Tailandia. Todas de teca y todas pintadas de color rojo pardo, como era tradicional. Una de ellas, la más antigua, pertenecía a un fabricante de tejidos y había sido construida en 1800. La técnica de construcción sin clavos facilitó el trabajo de desmontaje en el lugar de origen y posterior reconstrucción en los terrenos propiedad de Jim.

Esta forma de montar los edificios provoca que en los marcos de las puertas haya un saliente en la parte inferior. Esta pequeña barrera tiene una doble (o triple) función, como explicaba nuestra guía durante la visita:

"Es parte integral de la estructura y además impide que las ratas y los bebés pasen de una habitación a otra".

El diseño de las casas sigue esencialmente las costumbres tailandesas pero Jim hizo ciertas modificaciones para adaptarlas a sus gustos. Por ejemplo, la escalera central se encuentra en el interior en vez de en el exterior.

El jardín es exuberante, como es de imaginar en un lugar de clima tropical. Y en él, en un claro, se encuentra un pequeño altar en forma de casa: una vivienda para los espíritus que habitan en el complejo.

La residencia, un almacén de la extensa colección de arte asiático de Jim Thompson, es la definición perfecta de lo que llamaríamos "lujo asiático".

En las habitaciones encuentras piezas de la dinastía Ming, lámparas de araña de la era victoriana, obras de arte tailandesas, estatuas birmanas e incluso una mesa que había sido utilizada por el rey Rama V de Tailandia (1868-1910).

Durante la visita guiada te explican muchas cosas de la casa y de las obras de arte que allí se acumulan. Sin embargo no se extienden mucho con los detalles de la vida de su dueño. Te cuentan que Jim Thompson era un ex-militar americano enamorado de Tailandia que impulsó el mercado de la seda en el país. Que en el comedor había comido con invitados de la talla de Robert Kennedy. Y que desapareció en extrañas circunstancias cuando daba un paseo por Malasia.

Todo muy ideal, todo muy irreal: el salvador de la industria textil tailandesa amante de su arte y sus tradiciones. Detrás tenía que haber una historia turbia. Es Tailandia, me llevaría una gran decepción si no fuera así.

Así que al llegar a España hice lo que cualquier persona con Internet haría: leer sobre su vida. Y empecé a ver las costuras de lo que nos habían contado.

La realidad es que su padre era un rico fabricante textil y su madre hija de un general del Ejército de la Unión durante la Guerra Civil Americana. Claramente Jim heredó rasgos de su familia.

Se gradúa en Princeton y estudia arquitectura, sin conseguir terminar la carrera debido a su bajo nivel en cálculo. Aún así trabaja diseñando casas para los ricos de la Costa Este. Sin embargo a los treinta años lo deja para enrolarse en el ejército de los Estados Unidos. Su carrera militar le lleva a trabajar en la *Office of Strategic Services*, la OSS, la oficina de inteligencia americana durante la Segunda Guerra Mundial. Lo que más tarde se convertiría en la CIA.

Jim había sido un espía.

Y su entrenamiento había sido brutal. Según su antiguo compañero Alexander MacDonald:

"Nos enseñaron a mentir y robar, matar, mutilar, espiar, engañar, aterrorizar y destruir. Eran los Diez Mandamientos al revés. Allí, por ejemplo, la clase de combate personal la dirigía un antiguo coronel de la policía de Shanghai. Demostró cómo dar un golpe con la mano en la tráquea de un adversario, cómo agarrar un brazo de forma que se pudieran aplastar los dedos, cómo inmovilizar a un rival presionando un nervio del cuello. "Y nunca dudéis en ir a por las pelotas" - decía".

Le envían a liberar Tailandia de la ocupación japonesa cuando la guerra ya estaba terminando. Y, una vez allí, decide quedarse a vivir en Bangkok, donde comienza su pasión por la artesanía y el arte asiáticos. En aquellos años entabla amistad con Connie Mangskau, una traductora que trabaja para los Aliados y que se convierte en una de sus mejores amistades. Y en la última persona en verlo con vida.

Al poco tiempo empieza a trabajar junto a uno de sus antiguos compañeros de Princeton, Charles Woodruff Yost, embajador de USA en Tailandia. Yost estaba casado con una mujer, Irena, con la que Jim tendría una aventura no de una noche, sino de 11 años. Irena tuvo un hijo y no se pudo confirmar quien era el padre.

Las cosas no eran tan perfectas como nos habían hecho creer durante la visita guiada.

Más tarde su vida da otro giro. Su mujer lo abandona por otro hombre y él abandona el ejército (probablemente influenciado por la muerte de algunos de sus amigos). Tras esta ruptura vital decide volver a Tailandia, donde se asocia a otros inversores para comprar el Oriental Hotel en Bangkok. El Oriental era el hotel de las celebrities de la época. El Chateau Marmont del sudeste asiático. Jim tenía buen ojo para las fiestas. Sin embargo, durante el proceso de restauración del edificio abandona a sus socios y pasa a dedicarse al mundo textil. Concretamente a la seda.

Gracias a Thompson el mundo de la seda tailandesa vivió una revolución. En el plano estético por el tratamiento de los productos, en el plano social sacó a miles de personas de la pobreza.

Se convierte en el "Silk King" de Tailandia y su casa se convierte en el lugar de encuentro de personalidades procedentes de USA. Entre ellos su buen amigo Truman Capote, abiertamente homosexual, algo que no llevaba muy bien la sociedad americana de la época.

La paz deja paso a la guerra fría y, en Asia, los Estados Unidos se ponen del lado de los países con regímenes anticomunistas. Thompson, por su parte, defendía públicamente a los territorios asiáticos que buscaban la independencia.

Amigos homosexuales y una postura política contraria al país que había defendido años atrás. Sus ex-compañeros de la OSS estarían contentos.

En el año 1967 visita Cameron Highlands en Malasia junto a su amiga Connie Mangskau (la que trabajaba de traductora para los Aliados). El domingo 26 de marzo sale a dar un paseo y desaparece. Su búsqueda fue una de las más grandes de la historia del sudeste asiático.

Su desaparición continúa siendo un misterio.


Unas reflexiones:

  • Si lo que cuentas de tu marca o producto tiene huecos, tu público los llenará por ti.

  • Diseña una narrativa acorde a tu realidad.

  • Es más importante la forma de contar una historia que la historia en sí.

  • A algunas personas repudiarán tu historia, otras la abrazarán.

  • Al día siguiente de terminar este post vi a una chica por la calle con una camiseta con una frase propia de un libro de autoayuda: Be real, not perfect. Aquí podría aplicar perfectamente.

  • Un poco de misterio para mantener el interés está bien, pero la integridad y la honestidad son más importantes.


En 1974 Thompson fue declarado muerto in absentia por un juzgado tailandés.

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Actualmente la compañía Thai Silk Company Limited está en conversaciones para llevar a cabo una serie de TV basada en su vida. Tal vez estén dando un giro en la forma de contar su marca.


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