Banda sonora: Fashion is danger, de la maravillosa serie Flight of the Conchords.
–
Seguía el otro día dándole vueltas en la cabeza al texto de Dieter Rams y su Omit the unimportant y el cómo el minimalismo se ha convertido en la autoridad moral que rige el mundo del diseño. Así, en general.
Un ejemplo concreto que realmente me ha sorprendido en los últimos años es el rediseño de la marca Céline.
Esta “pequeña“ vuelta de tuerca al logo original se la dio el director creativo Hedi Slimane nada más ser contratado para dirigir la marca. Con la ayuda de Peter Saville.
Tal vez no conozcas a Slimane, pero a Saville seguro que sí:
Un par de obras de Peter Saville.
El asunto es que Slimane ya tenía antecedentes de sufrir fiebres minimalistas, como cuando convirtió Yves Saint Laurent en Saint Laurent Paris.
Saint Laurent antes y después de Slimane.
Creo que el cambio de Saint Laurent es muy acertado. El clásico se veía un poco gastado por la edad y un poco desfasado para la época en la que estamos viviendo. Especialmente si lo comparas con los logos de Isabel Marant, Alexander Wang, Balenciaga, Burberry, Jil Sander, The Row, Off-White (el antiguo, vuelvo sobre esto en un par de párrafos)… todos sans-serif de color negro, más o menos bold.
Ahora bien, creo que con Céline la obsesión por el minimalismo ha dado un salto que me produce cierto vértigo:
Antes (arriba) y después (debajo).
¿Es eliminar la tilde un Omit the unimportant pasado de vueltas?
Personalmente creo que sí. Para mí la tilde habla de la herencia europea de la marca y da un contrapunto clásico a un logotipo que, la verdad, poco hacía falta tocar.
Salvo que lo que quieras sea provocar y que se hable de ti. En cuyo caso, la controversia que ha generado justifica totalmente la eliminación de la tilde. Dudo mucho que nadie se haya preocupado por el interletraje.
Como contrapartida, me gustaría hablar del rediseño del logotipo de Off-White por Virgil Abloh, que sigue una dirección totalmente diferente.
Antes (arriba) y después (debajo).
Abloh ha optado por el rumbo totalmente opuesto: tipografía serifada frente a las líneas rectas de la sans-serif; no se contenta con un icono, si no que juguetea con una ilustración frente al espacio en blanco y la sencillez del nombre; una actitud post-modernista frente al lujo sobrio, sencillo y moderno de la competencia.
El propio logo “arrows” de Off-White, utilizado de forma amplia por la marca, tiene raíces modernistas: aparece por primera vez en el sistema de diseño que Kinneir Calvert desarrolló para el aeropuerto de Glasgow.
Virgil Abloh, como buen fan del modernismo, también lo es de Dieter Rams, hasta el punto de que Braun le ha encargado el rediseño del sistema de audio de alta fidelidad que él diseñó en los 60s.
Dudo mucho que la Casa Farnsworth fuera una elección arbitraria a la hora de grabar el documental en el que habla sobre el proceso:
por
Etiquetas:
Deja una respuesta